Natividad Cruz alcanza los 90 años y Eusebio Ojeda, Juan Ramírez y Antonio Yánez superan los 85
Aún ejercen el oficio que aprendieron de sus antepasados
El acto será el viernes 30 de septiembre a las 19 horas en Infecar
El Cabildo de Gran Canaria ofrecerá un emotivo homenaje a los cuatro artesanos con más de 85 años de edad que se encuentran aún en activo en un entrañable acto presidido por Antonio Morales este viernes 30 de septiembre a las 19 horas en Infecar. La Institución insular pretende reconocer la trayectoria de estos cuatro artesanos, el saber que atesoran y su contribución a la pervivencia del legado cultural y tradicional de Gran Canaria, así como su aportación al patrimonio de la Isla mediante el ejercicio de un oficio aprendido de generaciones anteriores.
Los homenajeados son Natividad Cruz Pérez, bordadora de Firgas, Eusebio Ojeda González, cestero de caña de Moya, Juan Ramírez Pérez, cestero de junco de Santa Lucía de Tirajana, y Antonio (Yeyo) Yánez Dávila, latonero de Teror, detalla la consejera de Artesanía, Minerva Alonso. Natividad Cruz Pérez, con 90 años, reside en el barrio del Buen lugar, donde ha dedicado su vida al desempeño de su oficio de bordadora, enseñanza que se remonta a su infancia, si bien con posterioridad pudo estudiar y obtener el título de Corte y Confección.
Eusebio Ojeda González nació en 1930 en el barranco de Azuaje, donde su padre realizaba cestas con las cañas que nacían en la finca donde trabajaba como agricultor. De él aprendió el oficio de cestero de caña para elaborar las cestas en las que transportar el estiércol de los animales, una labor que fue perfeccionando con los años. Juan Ramírez Pérez, cestero de junco de Santa Lucía de Tirajana, nació en 1931 en una familia de artesanos de su oficio, por lo que desde muy joven aprendió las artes para elaborar cestas con juncos, un oficio del que es el único artesano en activo que queda en Gran Canaria.
Antonio Yánez Dávila, más conocido por Yeyo, nació en 1931 en Teror, donde desde muy joven ha desempeñado el oficio de latonero, labor que ha afinado a través de la elaboración de innumerables objetos muy demandados en su época por la población insular, como lecheras, regaderas, palas y aros de queso.
Experiencia a pleno rendimiento
La avanzada edad de estos artesanos no les ha impedido continuar con la elaboración de sus productos tradicionales, con ellos asisten a ferias, muestras y concursos donde transmiten su saber a las nuevas generaciones, pueden ser disfrutados por la población y contribuyen a mantener vivo su legado cultural. El trabajo de estos artesanos forma parte de la historia isleña con técnicas que se remontan a varios siglos de antigüedad, un arte que se ha transmitido de generación en generación sin que prácticamente hayan sufrido transformaciones.
Los oficios artesanos son mucho más que simples actividades comerciales o laborales, ya que aportan no solo unos saberes, sino también unos medios y una tecnología dignas de conservación y estudio, así como de divulgación entre las nuevas generaciones, motivos por los que el Cabildo de Gran Canaria pone especial empeño en su mantenimiento, difusión y su potenciación.
Estos artesanos recibirán una merecida distinción de manos del presidente del Cabildo en un homenaje en el que además será emitido un documental basado en su trabajo y su trayectoria para, acto seguido, cerrar el acto con la actuación de Santiago Rodríguez al piano y la agrupación Coros y Danzas en una velada que la Institución insular prevé emotiva.