El Cabildo apaga el alumbrado ornamental del viaducto de El Rincón y reduce la intensidad de la luz en la carretera del norte (GC-2) durante diez días
Las personas que las encuentren deben llamar al Cecopin o al Centro de Recuperación de Fauna
Cada año por estas fechas, cientos de pollos de pardela cenicienta caen al suelo en Gran Canaria desorientados por la contaminación lumínica en su primer vuelo al mar, pero este jueves el Cabildo ha dado el pistoletazo de salida a la campaña anual para bajar la intensidad de alumbrado, rescatarlos y soltarlos para salvar en torno a un millar de ejemplares.
El consejero de Medio Ambiente, Juan Manuel Brito, insistió en la importancia de la implicación ciudadana para garantizar el éxito de la campaña, por lo que solicitó que en la medida de lo posible, las personas que encuentren un pollo de pardela desorientado o herido se ponga en contacto con el Centro de Coordinación Insular (CECOPIN) en el 928353443 o el Centro de Recuperación de Fauna de Tafira en el 928351970.
También pueden trasladarlo en una caja de cartón a las dependencias de la Guardia Civil y la Policía Local, todo con la colaboración de diversos colectivos como Asociación Veterinaria para la Atención de la Fauna Exótica y Salvaje (AVAFES).
El consejero de Obras Públicas, Ángel Víctor Torres, explicó que en previsión de las posibles afecciones que el haz luminoso pueda provocar en las aves, el Cabildo apagará el alumbrado ornamental del viaducto de El Rincón (Julio Molo Zabaleta) y reducirá la intensidad de la luz lo máximo posible en la carretera del norte (GC-2), incluidas las torres de luz de 30 metros ubicadas en las rotondas de acceso a Gáldar, en San Isidro, en la subida a Hoya de Pineda y en Agaete.
En opinión de Pascual Calabuig, coordinador del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Cabildo, la presente campaña se estima “dura” en cuanto al número de polluelos afectados, que podrían llegar al millar de ejemplares. Los días críticos serán este fin de semana y comienzos de la semana que viene, durante el puente de Todos los Santos. Se da la circunstancia de que además habrá luna nueva, lo que provocará más accidentes ya que las aves se ven más atraídas por las luces artificiales ante la carencia de luz natural.
Parejas de por vida
Las pardelas se emparejan de por vida, anidan en cuevas, barrancos y laderas, y tienen un pollo por puesta que nace a finales de julio, momento en el que la hembra emprende un largo viaje en el que recorrerá gran parte del mundo y el macho se queda al cuidado del polluelo.
A finales de octubre concluye la época de cría y los pollos se quedan solos. Cuando comienzan a tener hambre salen en su primer vuelo hacia el mar y suelen deslumbrarse con las luces y caer al suelo, por lo que el Cabildo emprende esta campaña. Ya en febrero, coincidiendo con el fin del invierno, la hembra cruza el Océano Atlántico para reencontrarse con su pareja y comenzar un nuevo ciclo.