Un centenar de personas descubre la historia de la Batería de San Juan

Un centenar de personas descubre este fin de semana la historia de la Batería de San Juan

Un centenar de personas participarán durante este fin de semana en las cuatro visitas guiadas que la Unidad de Patrimonio Histórico del Cabildo llevará a cabo en la Batería de San Juan y Mesa de San Juan de la capital grancanaria.

Durante esta iniciativa, enmarcada en el programa de la primera edición de las jornadas ‘Arqueología del Conflicto’ que han tenido lugar en la Casa de Colón con la participación de media docena de especialistas en la materia, el arqueólogo Artemi Alejandro Medina avanzará a los ciudadanos y ciudadanas que acudan a las citas previstas, los valores de este complejo defensivo cuya construcción se inició en el año 1898, finalizándose siete años después.

Las cuatro visitas se desarrollarán el sábado día 17 y el domingo 18 de diciembre en dos turnos matinales cada una de las jornadas señaladas. Todas las plazas previstas están agotadas desde hace días. Artemi Medina, que estudia el patrimonio franquista en las Islas Canarias y muy especialmente su relación con la Segunda Guerra Mundial, asegura que “Gran Canaria posee un importante patrimonio relacionado con el convulso siglo XX. Desde la guerra de Cuba a la Guerra Fría, cada uno de los conflictos que se han desarrollado en la centuria pasada ha dejado su huella en el Archipiélago. Gran Canaria en todos ellos jugó un papel destacado en las Islas y la estrategia nacional. La Batería de San Juan es un ejemplo”, dice.

La estratégica posición de Canarias, los avatares políticos vividos en España entre fines del siglo XIX y la primera mitad del XX, los avances de la tecnología armamentística o las complejas relaciones internacionales son, entre otros, eventos históricos que han dejado una huella material reconocible en este complejo defensivo, que entre su extremo norte y el sur abarca más de 700 metros lineales, dotándolo de un enorme valor histórico y patrimonial. Las baterías, búnkeres o nidos de ametralladoras que se instalaron en toda la isla a finales del XIX están siendo objeto de estudio por parte del Cabildo para ser preservados con la finalidad de convertirlos en recursos culturales.

La Batería de San Juan está compuesta por varias edificaciones, patios y galerías subterráneas, así como por una serie de rampas construidas para acceder a la zona artillada en la que se ubicaron cuatro obuses de un modelo Ordóñez de 1981, que permanecieron instalados hasta después de la Guerra Civil española. A finales de los años 50 del siglo XX la Batería de San Juan fue finalmente desartillada, aunque las instalaciones y locales se siguieron utilizando como almacenes militares durante algunas décadas más. En la actualidad no tienen uso alguno y presenta un estado de conservación desigual, si bien sin problemas estructurales aparentes.

Paradójicamente, la escasa eficacia de la batería propiciada por su ubicación y el defectuoso diseño arquitectónico del enclave, obligó a construir, a escasos 250 metros en dirección sur y en plena II Guerra Mundial, una nueva batería que es conocida como Las Mesas de San Juan. Dotada con tres cañones de 150 mm Krupp, fue completada con varios búnkeres separados entre sí y con una configuración arquitectónica destinada a su protección ante eventuales ataques aéreos. En junio de 1964, como consecuencia de un estudio solicitado por el Estado Mayor Central, la Jefatura de Artillería de Canarias proponía al Capitán General su desartillado, tanto por la antigüedad del material y por el crecimiento urbano del barrio, como por la falta de cargas de proyección y por su misión, que se reducía a complementar los sectores batidos por El Vigía y Melenara. Dos años después fue desartillada si bien se mantuvo allí el Puesto de Mando del Grupo Centro.

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Last modified on Viernes, 16 Diciembre 2016 17:11