ANTONIO GONZÁLEZ PADRÓN ABORDA LA VIDA DE LA REINA MARÍA CRISTINA DE HABSBURGO-LORENA, LA GRAN DEFENSORA DE LA CONSTITUCIÓN DE 1878
El historiador y cronista de Telde, Antonio González Padrón, aborda en el ciclo ‘Reinas de España’ la vida de la reina consorte y regente María Cristina Habsburgo-Lorena, la segunda esposa de Alfonso XII y madre de Alfonso XIII. La charla es el día 14 de octubre, a las 19:00 horas, en la Casa-Museo León y Castillo de Telde, y en ella destacará que fue la gran defensora de la Constitución de 1878, ya que ninguna de sus acciones se desvió ni un ápice de lo que dictaba. “Era una gran constitucionalista y siempre animó a su hijo a no salirse de ella”, explica.
Esta charla, bajo el título ‘María Cristina Habsburgo-Lorena. La gran reina constitucional’ es la quinta conferencia del ciclo ‘Mujeres que hicieron historia. Reinas de España’, en el que González Padrón hace un repaso de la vida de seis monarcas. Se trata de una actividad gratuita, con aforo limitado, previa inscripción a través del correo electrónico leonycastillo@grancanaria.com o llamando al teléfono 928 691 377.
María Cristina de Habsburgo-Lorena (1858-1929) era hija del archiduque Carlos Fernando de Austria y de Isabel, archiduquesa de Austria-Este-Módena. En 1879 se convirtió en la segunda esposa del rey Alfonso XII, tras enviudar de María de las Mercedes. Cuando falleció el soberano, en 1885, estaba embarazada de su hijo, Alfonso XIII.
Esta reina nació con el título de archiduquesa de Austria, por lo tanto era su alteza imperial, tratamiento que tenían los familiares más cercanos del emperador de Austria-Hungría, descendiente por línea directa de las mejores familias del Gotha europeo, las más nobles de Europa.
González Padrón explica que no estaba encaminada a ser reina, ni siquiera a tener un protagonismo público especial, porque su carácter, un poco introvertido, y el gusto por el estudio, la música y la teología, la apartaba de la vida más frívola de las mujeres de su tiempo. Llegó a ser una virtuosa del piano y una profunda conocedora de la historia de la música. Esa exquisitez estaba combinada con una vida espiritual muy profunda y el estudio de algunas disciplinas religiosas, añade. Por ese motivo, el emperador la nombró abadesa de una institución conventual de semiclausura, la Institución de las Nobles Damas del Castillo de Praga. El tiempo que estuvo al frente de esta institución, que obligaba castidad, le dio dotes de mando, altos conocimientos de las relaciones sociales y la puso en contacto con toda la aristocracia del imperio austríaco.
Por su parte, el rey Alfonso XII se quedó viudo muy joven, tras la muerte de María de las Mercedes, por lo que el Gobierno y las Cortes querían buscar una solución inmediata porque ya daba ciertas señales de la enfermedad que más tarde le llevaría a la tumba y había que buscar la sucesión al trono, detalla el historiador. Y en las diferentes familias reinantes católicas se fijaron en ella, no tanto pensando en que pudiera agradar al rey, si no por sus dotes de mando, ya que si el rey moría dejaría una regencia.
Cuando a María Cristina de Habsburgo-Lorena le plantean este matrimonio, se niega rotundamente, por lo que interviene el Papa, quien le ordena que se sacrifique porque España necesitaba una reina católica cuanto antes. Finalmente acepta y cuando llega a España se encuentra con que no se le quiere porque ya había crecido el mito y la adoración por la difunta esposa del rey.
El pueblo de Madrid le llama ‘la austríaca’, ‘la fea’ y ‘Doña Virtudes’, pero ella no se inmuta, detalla González Padrón. Por su parte, el rey la respeta y la admira por su talento, y casi al final de su vida, Alfonso XII confiesa que le tiene un cariño extraordinario porque valora que lo ha dejado todo por él y por España.
“Era una mujer de Estado, comprometida con España, y siempre actuó a favor del país. Cuando su hijo fue mayor de edad lo siguió aconsejando, aunque no logró apartarlo de un gran peligro, que eran los militares”, asegura el historiador, al tiempo que agrega que si tiene que destacar algo de ella es que fue la gran defensora de la Constitución de 1878.
Sin embargo, durante su periodo de reinado “le tocó bailar con la parte fea, ya que España entró en guerra con Estados Unidos y perdió el imperio”, recuerda el historiador en referencia a la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, además de otras islas del Pacífico. Pese al Desastre de 1898, su etapa de regencia es bastante positiva en su conjunto, resume.
González Padrón recuerda que la reina tenía amistad con Fernando León y Castillo, lo que se tradujo en una defensa de Canarias en todas las grandes leyes o normas que se aprobaron, como el libre comercio y la creación del Puerto de La Luz. “Ella sí supo ver el peligro que podía correr Canarias ante los ambiciosos planes que tenían algunas potencias, especialmente los ingleses”, detalla.
María Cristina de Habsburgo-Lorena poco a poco fue ganando el corazón de los madrileños y españoles y murió en España. En sus últimos años de vida hubo una especie de adoración por ella, al considerarla la reina sacrificada y la que había sacado adelante a sus hijos, explica el historiador.
Un ciclo de seis Reinas de España
El ciclo ‘Mujeres que hicieron historia. Reinas de España’, que imparte íntegramente Antonio González Padrón, pretende dar una nueva visión de las Reinas españolas, tanto en el caso de Isabel II, que fue titular, como de las que fueron consortes.
María Cristina de Borbón y Dos Sicilias fue la protagonista de la primera de las charlas, seguida por Isabel II, María Victoria dal Pozzo della Cisterna y María de las Mercedes de Orleáns y Borbón. Tras la charla de María Cristina de Habsburgo-Lorena, el ciclo se cierra en noviembre con la vida de Victoria Eugenia de Battemberg.