EL FOTÓGRAFO TATO GONÇALVES PROPONE UNA MIRADA ARTÍSTICA AL PATRIMONIO HIDRÁULICO DE GRAN CANARIA EN LA MUESTRA ‘AGUAS DE LA CALLE’
Escaleras de vértigo en las presas, agua corriendo en las acequias o escaleras, estanques abandonados y en uso, en definitiva, una pequeña muestra del rico y variado patrimonio hidráulico de Gran Canaria es la propuesta de la exposición ‘Aguas de la calle’ en la que el fotógrafo Tato Gonçalves realiza una mirada artística de las obras realizadas por el hombre para vencer la falta de este recurso a lo largo de la historia.
Esta muestra, abierta el pasado 6 de octubre en el marco de las XI Jornadas de la Cultura del Agua, puede visitarse de manera gratuita hasta el día 9 de enero de 2022, de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas, en la Casa-Museo León y Castillo de Telde.
En ‘Aguas de la calle’, el fotógrafo hace un repaso, a través de casi una docena de grandes imágenes en blanco y negro, de esos lugares mágicos de la Isla que testimonian la diversidad de obras hidráulicas realizadas por el hombre en aras de su supervivencia.
Gracias a su visión personal, las fotografías nos transportan hasta la presa de Chira y a la de Soria, en la que pueden verse desde arriba sus infinitas escaleras que se adentran en lo más profundo de estas dos grandes construcciones, y también la presa de Las Garzas, en Guía.
Las imágenes también nos trasladan a las emblemáticas escaleras del agua en el Paseo de Canarias, en Firgas, donde el agua siempre corre junto a los nombres de cada uno de los municipios de la Isla, y también al estanque seco de la abandonada Finca de San Rafael, en Telde, y a otras acequias en Firgas o a estanques en Gáldar. Sin embargo, cada una de las fotos están sin nombre, sin explicar qué son ni dónde están, solo muestran su belleza sin identificar.
Todo ello, para hacer un homenaje a esa agua de la calle, aquella que le recuerda a su madre avisando de que había agua de la calle para aprovechar este escaso recurso décadas atrás en Gran Canaria para darse una ducha sin restricciones de tiempo cuando llegaba de la playa, recuerda el fotógrafo.
En definitiva, en esa muestra Tato Gonçalves relata en parte la historia de los grancanarios, ese recuerdo de la falta de agua y de sus limitaciones que tuvo lugar hasta hace muy pocas décadas, y lo hace mostrando la belleza de este recurso en diferentes momentos, ya sea corriendo o quieta, al igual que esas construcciones que hizo el hombre en su deseo y necesidad de retenerla.