Presumen Teodoro Sosa y Antonio Morales de que más de 700 personas han firmado a favor del proyecto Chira-Soria. Obviamente. Se han invertido más de 4,2 millones de euros del erario en contratar a una agencia de publicidad que ha desarrollado una millonaria y agresiva campaña publicitaria que aplica en grado superlativo el condicionamiento clásico y tratando a la ciudadanía como perros de Pávlov, manipula la opinión pública a base de la repetición constante de spots en televisión, prensa escrita y digital, radio y hasta en la megafonía de cadenas de supermercados. "¿Publicidad institucional?". Sin embargo, en el otro lado, y esto no lo dicen, la sociedad civil organizada, personas normales como tú y como yo, sin inversiones económicas de por medio pero muy conscientes de lo inapropiado de este proyecto, han conseguido la friolera de más de 35000 firmas en contra de esta central hidroeléctrica de. Ecologistas, artistas, profesores de todos los niveles de la enseñanza, ingenieros, pequeños y medianos empresarios, sindicatos, agricultores, regantes, ganaderos, políticos de distintas formaciones y un largo etcétera de personas que hartos de ser manipulados, hastiados del maltrato a nuestra tierra han decidido oponerse a un proyecto oscuro, que los susodichos políticos maquillan tras el cacareado y ya manido eslogan de "Ecoisla". ¿Están todos equivocados?

El empecinamiento de estos políticos, que paradójicamente se autodefinen como “defensores de lo público”, es tal que insisten y no escatiman esfuerzos en convertir una transición energética que en Canarias podríamos liderar desde el sector público, para hacer frente a los abusos de los oligopolios eléctricos, en dependencia energética para el resto de nuestras vidas. Y no solo la producción, sino también el almacenamiento de energías renovables, durante un mínimo de 50 años. Es decir, en Canarias, por primera vez en nuestra historia, tenemos la posibilidad de alcanzar la soberanía energética y en lugar de trabajar por alcanzar ese objetivo, algunos que se dicen de izquierdas y progresistas, pretenden hipotecar ese futuro convirtiéndolo en dependencia y entregando nuestro potencial a Red Eléctrica, una empresa que se ha caracterizado por ser poco amiga del medioambiente y que, paradojas de la vida, ahora se autoproclama ecologista, preocupada incluso por las carencias de agua de nuestras medianías y cumbres. ¿Recuerdan ustedes aquello de “por el interés te quiero, Andrés”?

Quienes conformamos Podemos Gáldar, llámese Diego Calcines, Ana Quintana, Juan Bautista, Irene Rodríguez, Antonio Díaz, Laura del Cristo o cualquier otro compañero o compañera, militante o simpatizante, nos autodefinimos progresistas y de izquierdas, ecofeministas. No son palabras huecas, pero por encima de siglas e ideologías políticas somos personas normales, comprometidas con la sociedad y el territorio en el que vivimos. En Podemos Gáldar no aspiramos a mucho más que a aportar, a sumar nuestro granito de raena en beneficio de esa colectividad que llamamos Gáldar y Gran Canaria. Y no, no nos movemos por impulsos. Nosotros y nosotras debatimos cada una de nuestras decisiones, prestando atención a cada detalle y solo nos manifestamos cuando hay un consenso. En el asunto de Chira-Soria existe ese consenso y hemos llegado a él después de mucho preguntar, debatir y consultar a ingenieros, expertos en tecnología, ecologistas y un largo etcétera en el que, por supuesto, está la ciudadanía.

En ese proceso, los “podemitas” de Gáldar, ansiosos de la llegada de la transición hacia las renovables, de la descarbonización, de alcanzar esa soberanía energética para la que nuestras islas están más que capacitadas, nos hemos preguntado si este proyecto era realmente tecnología punta, si no existen otras alternativas más eficientes y eficaces, si las presas están realmente capacitadas para soportar tal presión de agua eternamente... Y mientras nos hacíamos esas preguntas y se sucedían las respuestas en contra de este macroproyecto, asistimos estupefactos a una serie de actuaciones impropias que nos entristecen y alarmaba: un informe de impacto ambiental que se encargaba a una empresa externa, otro informe sobre la consistencia de las presas que también se encargaba a una empresa externa, presión a los vecinos afectados para que vendieran sus casas, cortes de carreteras y accesos a la zona que se realizan sin autorización, modificación de las normativas para poder actuar sobre espacios protegidos, campañas publicitarias millonarias... Demasiada oscuridad, demasiadas dudas sobre un proyecto que antes de iniciarse ya presenta signos de no ser nada vanguardista, ni tan siquiera contemporáneo dados los avances de la tecnología, irrespetuoso con los habitantes de la zona, la flora y la fauna del Barranco de Arguineguín.

En consecuencia, en el Círculo de Podemos Gáldar, después de muchos meses de deliberación y tras someterlo a votación, hemos decidido por unanimidad no apoyar el proyecto de Chira-Soria y asistir a la manifestación del 16 de octubre. No es política, es nuestra obligación, consecuencia de nuestro compromiso con esta sociedad. Y es que nosotros y nosotras no podemos obviar que el capitalismo se basa en un crecimiento continuo y a nadie escapa que ese crecimiento eterno es imposible de mantener en el tiempo, que ha provocado ya un exceso de desequilibrios y que el planeta Tierra ha sido su mayor víctima. En el caso de Gran Canaria, la bandera del capitalismo, interesadamente siempre asociada a la generación de riqueza, ha supuesto en la práctica un maltrato constante al territorio insular que, por un lado, casi nunca ha generado riqueza para el ciudadano común y que, por otro lado, casi siempre ha sorteado la legislación que defiende los espacios protegidos. Chira-Soria escenifica esta realidad en grado superlativo y entre otras cosas, conviene tenerlo en cuenta para desenmascarar al político impostor, al que se autodefine progresista y ecologista, mientras no le tiembla el pulso para atentar contra cuatro espacios protegidos de la Red Natura, la flora, la fauna y la población rural allí asentada y los consiguientes vertidos de salmuera al mar por la necesaria desalación. Mucho menos existiendo otras alternativas que mejoran este proyecto sin causar daño alguno a nuestros ecosistemas y sin hipotecar nuestros recursos naturales para ponerlos en manos de quienes con tanta facilidad especulan con la factura de la luz.

Decía acertadamente Antonio Gramsci que la vida es tomar partido y tampoco le faltaba razón cuando apelaba a la fuerza de la sociedad civil como auténtica trinchera para frenar los desmanes de la clase dirigente, de la clase política. El próximo 16 de octubre tienes la posibilidad de salir a la calle y apoyar la manifestación contra el proyecto de Chira-Soria, la posibilidad de defender tu isla del maltrato al territorio perpetrado por los intereses de las multinacionales eléctricas con la connivencia de políticos empecinados, de demostrar que el verdadero poder está en el pueblo y que sí, que en Gran Canaria queremos y necesitamos la transición energética, pero no a base de destruir, no entregando a empresas privadas la más que posible soberanía energética. Por todo ello, plenamente convencidos de que esta no es la transición que conviene a la sociedad grancanaria y que existen otras alternativas, en consonancia con nuestros inscritos y simpatizantes, desde Podemos Gáldar te invitamos a participar, el próximo día 16 de octubre, en la manifestación contra el proyecto de Chira-Soria.